Al parecer, los orígenes de La Campana se remontan hasta antes de la Edad del Bronce, como lo demuestran los restos hallados en la zona, en el lugar llamado el "Chaparral", en el "Pozo de la Anea" y en los restos de la Ermita de Santa Marina, donde se cree que hubo algún tipo de asentamiento humano.
También se encuentran vestigios romanos en la Cañuela, la Mesa y el Villar del Almirante. Determinados hallazgos y estudios han demostrado que en el lugar donde actualmente se ubica La Campana existió un núcleo urbano en la época romana.
No se vuelven a tener noticias históricas de la época árabe y visigoda del lugar hasta el siglo XIII.
Precisamente con los primeros años de la Reconquista surge el nombre de la población, su nombre actual puede derivar de dos hipótesis: una, la ubicación del pueblo, la denominación de la zona en la que se encuentra enclavado, “La Campiña”; la otra, de la campana que se tocaba a rebato para anunciar las incursiones de los moros, época en que la frontera del reino de Granada, la llamada banda morisca, se encontraba muy cerca de la antigua villa.
La localización del núcleo urbano data del año 1412, cuando fue donada a Miguel Bocanegra por el rey Juan II de Castilla, para que fundara una población de hasta cincuenta vecinos. El primero la entregó posteriormente a su hija en concepto de dote, al casarse con el Conde de Arcos.
Con la llegada de los Trastámaras y debido a las necesidades de la Monarquía, tiene lugar la venta de La Campana, que hasta 1558, había sido lugar de jurisdicción de Carmona, y donde sus vecinos aprovechaban los recursos de esas tierras. En dicho año, Felipe II otorgó la aldea a don Fadrique Enríquez de Ribera, primer señor de La Campana, y de esta manera quedaría hasta 1810 (fecha de la abolición de los señoríos) vinculada a una de las familias más poderosas de la Baja Edad Media. 1 Carmona emprendió una lucha judicial resistiéndose a perder las tierras. Posteriormente, se le reconoce a Carmona el derecho del aprovechamiento de las tierras y a seguir poniendo guardas dentro del término. Pero esta vez serían los Enríquez quienes apelarían el pleito, puesto que eran demasiados privilegios para una villa que ya había perdido su poder sobre esas tierras y pidieron que se anulasen los aprovechamientos. Como era lógico, se suprimieron todos los derechos de Carmona, así finalizó la desvinculación de La Campana de su villa matriz.
El 20 de enero de 1810, entra el ejército francés en La Campana, durante los años de ocupación francesa el pueblo probablemente fue objeto de todo tipo de sabotajes, sufriendo graves consecuencias tanto a nivel político, económico y social. Durante la Guerra de la Independencia Española (1808-1812), el vencindario mostró resistencia y derrotó a una tropa francesa.
La villa de La Campana ha evolucionado urbanísticamente a partir de un núcleo originario amurallado, de muy amplias proporciones y que, muy probablemente, no se consolidó por la edificación hasta tiempos muy recientes (probablemente, principios de siglo). A partir de la consolidación de dicho núcleo originario, el núcleo se ha expandido en los últimos años.